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Aumentan el consumo y el comercio electrónico

08/07/2014 – Artículo publicado previamente en El Confidencial Digital.

La confianza del consumidor avanza por la mejor percepción de la situación económica.

Los datos positivos de la economía española se reflejan en el estado de ánimo de los españoles, aun con prudencia: La confianza del consumidor avanza por la mejor percepción de la situación económica. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas CIS, el índice de confianza del consumidor (ICC) se situó en 84,9 puntos en mayo, 2,9 puntos por encima del dato del mes anterior, gracias a un aumento de 6 puntos en la valoración de la situación actual. Al igual que ocurrió el mes de abril, con este nuevo aumento, la confianza volvió a valores que no se observaban desde mediados de 2007, a pesar de que el índice de expectativas ha tenido un leve descenso de 0,1 puntos. En relación al mismo mes del pasado año, el avance continúa siendo muy significativo; el incremento del índice de confianza del consumidor, alcanza los 34,1 puntos, con ganancias muy similares en términos absolutos para la valoración de la situación actual (36,4) y las expectativas (31,8).

Y, aunque el crédito a hogares ha descendido un 5,3% y el crédito a empresas cayó casi un 10% -en ambos casos, en lo que va de año, aunque aumente el llamado crédito “nuevo” o “solvente”, el que tiene garantías de que será devuelto a la entidad financiera que lo presta- las medidas adoptadas a principios de junio por el Banco Central Europeo dan esperanzas de que, por fin, se abra el grifo del crédito para familias y pymes: la inyección de liquidez por importe de 400.000 millones de euros, así como la reducción de los tipos de interés al 0,15% (mínimo histórico) deberían ayudar a conseguir dicho objetivo.

Las mejores perspectivas económicas podrían traducirse en un aumento del consumo, que el Gobierno, con los indicadores adelantados de actividad, cifra en el primer semestre del año en un 3%: entre 2009 y 2013 las familias españolas redujeron, de media, el consumo un 14,5%, bien para cancelar deuda –como indicaba el Banco de España-, bien por falta de poder adquisitivo, bien para ahorrar cara al futuro. Eso sí, por vez primera desde hace seis años, el Observatorio Cetelem Consumo Europa 2014 ha detectado en los primeros seis meses del año una mejora del estado de ánimo de los españoles: esa mejoría hace que el 33% de los españoles (26% en 2013) piense aumentar sus gastos en los próximos 12 meses. Este porcentaje, no obstante, está por debajo de la media europea, 40% (33% el año anterior). El 38% de los españoles piensa aumentar su ahorro en el mismo período. Es el mismo porcentaje que en 2013 y un punto por encima de la media europea (37%, frente al 39% de 2013), lo que muestra una actitud de cautela, sobre todo en el corto plazo.

El 46% de la intención de compra en los próximos 12 meses se centra en ocio y viajes; el 32% en ‘smartphones’, y el 18% en un coche nuevo (15%, de ocasión). Para los próximos tres meses, siguen ganando ocio y viajes (24,6%), tecnología e informática supone el 3,4%, el coche nuevo apenas el 3,2% y el de ocasión, el 2,2%.

El comercio electrónico –justo cuando arranca la temporada de rebajas- podría ser un buen acicate para el aumento del consumo en los próximos meses: El 54% de los españoles ha reconocido que compra por Internet durante el periodo de rebajas, un porcentaje que se ha incrementado en 10 puntos respecto a 2013 (44%) y que convierte a España en el país europeo que más crece en este sector, según un estudio realizado por Sarenza.

Las principales razones de los consumidores para decantarse por el ‘e-commerce’ son la disponibilidad, el cómodo acceso, la rapidez, la competitividad, la atención personalizada y la seguridad, en los métodos de pago. El Corte Inglés, la principal empresa de gran distribución de España, hace años ya que se convirtió en el baluarte del comercio electrónico en todas las categorías de producto, en nuestro país, y, en los dos últimos ejercicios ha dado el salto a Europa a través de sus plataformas de venta online, amenazando a gigantes estadounidenses tradicionales de Internet, como Amazon, que no están habituados a las formas de comportamiento de los consumidores europeos. El Corte Inglés, con muchas décadas de conocimiento de los consumidores en sus centros comerciales, puede adaptarse más fácilmente a los deseos de un consumidor que ya conoce y quien, al mismo tiempo, está muy familiarizado con su marca.

La reforma fiscal recientemente anunciada por el Gobierno, que supondrá un ahorro para los contribuyentes de 9.000 millones de euros a lo largo de 2015 y 2016, especialmente entre las rentas más bajas, podría ser un acicate para la actividad económica. El Gobierno fía parte de la reducción del déficit, a pesar de la rebaja de impuestos, al aumento de la recaudación por dos vías: más actividad económica y más eficacia en la lucha contra el fraude fiscal. La reforma fiscal tendría un efecto positivo directo en el PIB del 0,5%.

Los inversores internacionales ven España como un lugar atractivo para invertir: según el World Investment Report presentado en junio por Naciones Unidas, España se convirtió en 2013 en el noveno país del mundo en recibir inversión extranjera directa, por importe de 29.000 millones de euros, un 52% más que en 2012. La tendencia se consolidaría en 2014, aumentando la inversión también este ejercicio: en los seis primeros meses del año, la inversión extranjera directa en empresas españolas ha alcanzado los 26.800 millones de euros. Inversores institucionales y grandes inversores privados –George Soros, Bill Gates, entre otros- fiados en la recuperación económica y en los activos de nuestras empresas, han decidido dedicar recursos a empresas de diversos sectores, sea Prosegur en seguridad o FCC en construcción.

Algunas consecuencias positivas se están notando: según la Central de Balances del Banco de España (datos de junio), las empresas no financieras aumentaron sus beneficios en un 49,3%, durante el primer trimestre del año, y las grandes empresas españolas volvieron a contratar personal, con el efecto tractor que eso supone para el ecosistema de pymes, proveedores que tienen tratos comerciales con ellas.