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PIB al alza en EEUU: tendencia ascendente y factores de crecimiento

07/11/2013 – Publicado previamente en el blog “EE.UU. y mercados emergentes” en CincoDías.com

El Producto Interior Bruto de Estados Unidos ha crecido un 2,8% en el tercer trimestre de 2013. El dato no es definitivo, como el Departamento de Comercio ha recordado en el comunicado del “Bureau” de Análisis Económico. El día 5 de diciembre sabremos con certeza cuánto creció la primera economía del planeta. El motivo de la revisión es que el anuncio de hoy se basa en datos parciales. Aun así, los datos de que disponemos nos permiten intuir el ritmo al que va creciendo la economía norteamericana. Especialmente, porque sabemos sus principales componentes y su comportamiento, tanto en este trimestre, como en los dos previos.

La tendencia es ascendente: en el primer trimestre, Estados Unidos creció casi el 2% (1,8%); en el segundo, se expandió el 2,5% y, ahora, el 2,8%. Los distintos paneles de economistas de diversas fuentes (tanto los de Business Week Bloomberg, como los de The Wall Street Journal) apostaban por un crecimiento del 2%. Se han quedado cortos por un 0,8%. Pensaban, y así lo expresaron, que los efectos del “Sequester”, con la reducción del gasto público implícita, afectaría negativamente al crecimiento económico. La realidad es que los recortes del gasto público (-1,7% en su aportación al PIB) han afectado menos de lo estimado, al menos en este trimestre. Habrá que esperar al cuarto y último trimestre del año, para saber con certeza cuánto ha impactado, teniendo en cuenta que, en octubre, hubo un cierre parcial del gobierno (del 1 al 17 de octubre) y que 800.000 empleados públicos se fueron a sus casas sin cobrar. Esto habrá afectado al consumo, pero también es cierto que el último trimestre del año coincide con las campañas del gran consumo, desde Halloween a Navidad, cuando el consumo personal repunta con fuerza.

El consumo privado, entre julio y septiembre ha sido un componente que ha aportado al crecimiento económico, con un crecimiento del 1,5%, aún menor que en el trimestre anterior (+1,8%). En cambio, han sido las exportaciones (+4,5%) y la inversión en vivienda residencial (+14,6%) quienes más han impulsado el PIB. Las importaciones han decrecido. Y, al mismo tiempo, destaca que aumenta el nivel de renta disponible de los hogares (+4,5%), así como su tasa de ahorro (+4,7%). Cabe deducir que los consumidores son más cautos puesto que, aun cuando han aumentado el consumo, lo han hecho moderadamente, apostando en cambio por ahorrar más, a pesar de disponer de más nivel de renta y mayor poder adquisitivo.

Aunque está pendiente aún el informe sobre la tasa de paro del mes de octubre -retrasado por el cierre del gobierno en la primera mitad de mes-, partíamos de un porcentaje de desempleo respecto a la población activa, del 7,2%. Es decir, hay once millones de norteamericanos buscando trabajo. Entre ellos, hay cuatro millones y medio que son considerados “parados de larga duración”, porque llevan buscando trabajo, sin encontrarlo, durante un período de 27 semanas. En España, por poner las cosas en perspectiva, la tasa de paro es del 25,98%, son más de 5,9 millones los desempleados y dos millones lo son de “larga duración”, porque están en esa situación desde hace más de dos años. Es verdad, las comparaciones son odiosas, que dice el refrán: especialmente, en este caso, puesto que, en Norteamérica, cualquier cosa que no sea pleno empleo tiene la consideración de desastre. Quizá por eso, porque se espera una tasa de paro del 7,2% o superior, los consumidores han decidido ser prudentes en sus gastos.

Vale la pena quedarse con la fotografía que nos ofrece el análisis longitudinal temporal: crecimiento económico medio trimestral desde junio de 2009, ininterrumpidamente, del 2,25%. Y, en lo que va de año, crecimiento con tendencia ascendente de trimestre en trimestre. Aunque los efectos del cierre del gobierno en octubre se dejarán notar y, quizá, el PIB no crezca más allá del 2,4% en el último trimestre del año, al menos puede verse una evolución positiva al alza que, de consolidarse a principios de 2014, pondría a la economía norteamericana en disposición de crecer en el entorno del 3%, como espera y desea la Reserva Federal, para reducir la tasa de paro al nivel del 6,5%.